La Isla de la Horada, un islote con un pequeño faro, se encuentra a escasos metros de la Isla de la Torre y en la entrada a la Bahía de Santander. En el año 2005 un temporal derribó el arco natural que le daba el nombre. Está situada en una zona expuesta al oleaje y a las corrientes en la entrada de la Bahía.

Las rocas del arco han sido recuperadas y existen estudios de viabilidad para la reconstrucción en la cual hay cierta controversia pues hay opiniones contrarias a ello.

Esta isla está unida a la historia de Santander por una leyenda: San Emeterio y San Celedonio, los patronos de Santander, fueron unos mártires cristianos decapitados por los romanos en la ciudad de Calagurris (Calahorra, La Rioja), sus cabezas llegaron a la ciudad en un barco de piedra tras recorrer el río Ebro y luego recorrer todo el océano Atlántico y mar Cantábrico. Dicha barca chocó contra dicho islote, que atravesó, dando lugar al arco. Sus cabezas se guardaron en el monasterio que más tarde se construyó en la ciudad y que actualmente podemos visitar en la iglesia del Cristo, cripta de la catedral santanderina.